miércoles, 15 de enero de 2014

De profesion, profesora. Profesion de riesgo.

¡Menuda racha llevo! Menos mal que el Zen no me abandona. Estoy la mar de tranqui. Eso, a pesar de que esta semana me han vuelto a mandar una hostia, con perdón. En esta ocasión, no ha sido en la guagua, aunque ha sido camino de la misma.

Acababa yo de cerrar la puerta de la clase para ir a mi guardia de los martes. Error mío salir al mismo tiempo en que la manada hormonal procedía a abandonar sus clases. Es harto sabido que los adolescentes, en apogeo emocional, disfrutan pegándose y escupiéndose si es menester. 
La mala fortuna quiso que en una de estas demostraciones de amor, Tyler (nombre ficticio) planeara meterle un cabezazo a Summer (nombre ficticio), pero dicho cabezazo acabase rebotando en... toda mi jeta.  De allí salieron pajaritos por lo menos.

Me quedé tan aturdida que sólo pude gritar: *********. Lo cual, lo reconozco, no es muy profesional. Pero ¿sabes ese momento en que el Zen se te está a punto de ir a tomar por... porque ya empiezas a estar harta de ir a hostia por semana? Los niños se quedaron blancos al escuchar tan ininteligibles palabras para ellos y se hizo un silencio sepulcral. Debió sonarles a GUACHIGUACHI pero eran perfectamente conscientes de que la habían liado.

La historia acaba aquí aunque tuvo algunas consecuencias. Tuve que escribir un statement y enviarlo a todo quisqui. Aquí todo se resuelve con un statement, como si fueras a comisaría. Que te roba cartera en el  staffroom (verídico, le pasó  a una profe): write a statement. Que un niño amenaza a otro con unas tijeras: write a statement. Que un chaval de año 9 (2ºESO) que mide dos metros te mete un cabezazo en el pasillo: write a statement.

Hoy vinieron Tyler y Summer a pedirme perdón. Les debía parecer graciosa la cosa ya que entraron descojonaos de la risa... La madre que los va a parir...

Esto, señores, es la auténtica London Life. Y el resto, ladies and gentlemen, son cosas de turistas. 

miércoles, 8 de enero de 2014

El dia en que una alumna me confundio con un estudiante en la guagua.

Entre las muchas tareas que los profesores tenemos encomendadas -encolomadas- se encuentran las guardias. Este año en el cole nuevo me han colocado la guardia de autobús. Consiste en, cuando acaban las clases a las 15.20, llegarme hasta la parada del bus enfrente de la puerta del cole y cerciorarme de que los alumnos  suben a la guagua con orden y de manera civilizada y no como animalicos. Es un autobús público pero es un tanto especial ya que sale desde el cole y viaja hasta barrios a prendre pel cul, porque increíblemente, hay alumnos que viajan desde donde Cristo perdió  el mechero para estudiar en mi cole. Claro, imaginense, que siempre puede ser peor.

Ayer, absolutamente en contra de mi voluntad, tuve que entrar al autobús, para animar a las huestes a que se movieran pa'dentro, ya que se estaban apelotonando en la entrada y aquello iba a terminar siendo un pitote. Al intentar salir, tuve un desagradable incidente. Uno más de esos que me hacen amar mi colegio y la enseñanza pública en Inglaterra {ironía on}.

Cuando intentaba salir a la buenas, pero obviamente haciéndome hueco como podía, me choqué con una estudiante que me sacaba una cabeza. Es increíblemente sorprendente la cantidad que odio que estos niños pueden alojar en su cuerpo. Imagínense lo que tienen que soportar en sus casas y cuánta miseria genera la vida en esta megalópolis que es Londres. Hogares con familias desestructuradas, poco dinero entrando a final de mes, alquileres estratosféricos por casas de mierda y mucho estress aparte de cantidades industriales de comida basura intoxicando tu cuerpo. La niña no se dio cuenta que yo era una  profesora, pero al ver que  yo le estaba cerrando el paso, me empezó a arrear empujones y a gritarme que GO AWAYYY, GO AWAYYYY. Gritaba como una histérica, como una jodida hooligan gritaría al árbitro en el fútbol.  Cuando consiguió quitarme del medio, porque yo no salía de mi asombro, y pasó de largo, le espeté un: "Excuse me! You're talking to a teacher!" y entonces pareció salir del estado de trance. Comenzó a reirse como una condenada loca y a decir: oohhh sorry, hahahah sorry...

Dudé entre preguntarle su nombre o dejarlo correr, y finalmente decidí pasar de largo, ya que conociendo a este tipo de alumno, eso nos habría llevado a una batalla dialéctica, que sí que no que caiga un chaparrón quieres que te cuente el  cuento de la vieja pipa. Así que la miré con cara de "espabila atontá" y sintiendo más lástima y perplejidad que otra cosa, salí como pude de la guagua y en el fondo me alegré de que me hubiera empujado a mí y no a cualquier otro niño ya que se podría haber liado la de diosescristo o yo que sé, haberle amargado el día. A mí desde que me hice la terapia craneosacral, todo me resbala. Me siento como una rosa.





viernes, 3 de enero de 2014

Queridos Reyes Magos...

Queridos reyes magos, como mañana emprendo viaje de dos jornadas hacia la pérfida Albión, y allí no se celebra tan magna tradición, me permito el atrevimiento de dirigiros un par peticiones para mi carta de este año con un poco de antelación.

 1º) Que os llevéis, por el amor de Dios a Angela Merkel, Rajoy y Artur Mas y a todos sus secuaces de la faz de la tierra, por ladrones, mentirosos, vende humos, destroza sueños, estafadores y cualquier otro adjetivo digno de los más famosos ladrones de guante blanco de la historia. La misma que confío alguna vez los ponga en su sitio

2º) Este año se merecen todo sus deseos hechos realidad los luchadores que resisten en este santo país, trabajan duro por sacar adelante  sus proyectos. Porque tiene muchísimo mérito quedarse aquí y aguantar todo este pesimismo, y hacer cosas creativas y bonitas en medio de tanto cipote y corrupto. Y seguir trabajando por cuatro duros también. Aguantando.

3º) Traed, por favor, una ración extra de abrir los ojos de la gente. Que esto necesita mucho más que quejarnos y echar la culpa a lo de siempre.

4º) Traed otra ración extra de regalos y amor a todos esos que pasaron más rato fuera que en casa, protestando y protestando. Tejiendo redes de soporte, dando luz a ideas maravillosas como huertos urbanos, mercados alternativos, trueques etc... Los que nos hemos ido no hemos sido tan valientes como esta gente increíble que sigue luchando y resistiendo y capeando el temporal. Que no acepta la mierda, con perdón, que nos quieren meter por to'los laos. Para esos, como digo, traed ración extra de regalos, porque lo fácil es hacer ciberactivismo, lo fácil es quejarse en el bar. Lo difícil es sacar algo de ese descontento y luchar por cambiar las cosas de una manera activa, invirtiendo mucho tiempo libre en ello. Toda mi admiración.

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